Mientras la falta de viento y de olas empieza a hacer mella en nuestra moral y nos ponemos nerviosos al ver la previsión que se acerca con lo que parecen buenas nuevas. Un mail con el título “resumen del fin de semana” y un comentario “para ser el mediterráneo no está mal” transformaron mis ojos en platos y como perro de Pavlov me hizo salivar… no he podido ni querido evitar que esas fotos y esa crónica se quedaran quietas en mi ordenador, aquí van, disfrutarlas:
Llevo 15 días preparándome, medio en serio medio en broma, para una carrera de 10 Km con los amigos de toda la vida. Nos habíamos apuntado a la mítica prueba de Girona que hacíamos cuando éramos pequeños, vaya, cuando las juergas todavía no nos habían pasado factura.
Este sábado tocaba descansar para la carrera del domingo, pero algo extraño pasó….
La línea isobárica, que tenía que pasar de refilón por nuestra costa, no pasó de largo, precisamente.
Me levanto a las 7 de la mañana del sábado, (mi día de descanso),voy directamente a la playa, y no me lo puedo creer…¡¡¡¡¡Han llegado las olas!!!!!
Mando un mensaje común:“olas a Sant Antoni de Calonge”, pero parece que todo el mundo está durmiendo.
A las 9.30 ya he bajado por lo menos 20 olas (es increíble la cantidad de olas que se pueden “pillar” con el Paddel up).
Más tarde aparece mi cuñado con la cámara de fotos cargada de las fotos del último bautizo y me tira unas cuantas. A medida que pasa el día va apareciendo algún surfer y otro“super”, pero parece que ya no bombean las olas con la misma intensidad.
Ya al mediodía me voy agotado a casa para comer algo. Después de la siesta, no me puedo ni levantar para otra sesión de tarde.
A la mañana siguiente (es el día de la prueba) me levanto a las seis y media de la mañana e intento hacer un desayuno continental(pasta, huevos fritos, jamón…) No me entra nada, pero hago lo que puedo, el día promete emociones fuertes.
Voy directamente a la playa, todavía no ha amanecido, me espero en el coche a que entre un poco de luz. Todavía no veo nada pero oigo las olas, las intuyo…
Son las 7:45, me enfundo el traje y voy directamente al agua, el día está más pequeño que la jornada anterior, pero todavía va bombeando olas una tras otra y la serie no está mal….
Son las 9:15 salgo corriendo. Me remojo como puedo en la ducha de la playa. Me cambio en un momento y me dirijo al coche. Todavía me noto salado, y con arena en las bambas.
En media hora estoy en Girona, y mis amigos ya me están esperando. A mí no me hace falta calentar (antes, una pequeña ola ya me ha puesto todo en su sitio)
Básicamente siento un temblor en las piernas totalmente desconocido para mi.
Empieza la carrera, corro como nunca, parece que no noto el cansancio, pero cada vez me siento más agotado. Siento un sudor extraño (medio salado) pero una sensación de felicidad me invade el pensamiento. Llega un momento, que empiezo a sentir desvanecimiento y cada vez me adelantan más corredores, no importa, puedo seguir corriendo.
A los 41:17 minutos llego a la meta, (la clasificación me marca 181 de 1500 participantes), no está mal. Estoy como loco de alegría y siento una emoción especial…Pero creo que antes de la carrera ya había ganado.
¡¡¡Buenas olas!!!
F.
Gracias por hacernos participes de tu fin de semana. Nos vemos en el agua.
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