Parece que el verano poco a poco se va esfumando y mientras esto
sucede, algunas olas, las más valientes, empiezan tímidamente a asomarse por nuestras costas haciéndolo con
sigilo como si no quisieran ser vistas por la canícula, como asegurándose que ésta
se está yendo… Y ahí, en ese momento y en ese lugar estamos nosotros cargados
con nuestros juguetes, a saber, bubbles, secrets, choco fins, f2ses etc. Famélicos
y deseosos de catar de nuevo esos
alimentos en forma de peraltes y curvas líquidas que durante el estío no han
sido más que espejismos creados por nuestra desmesurada desnutrición espumosa.
Después de un parte demasiado halagüeño, el fin de semana
parecía que sí que podía hacer justicia a lo esperado, y así el viernes el gran
spot funcionó de nuevo, durante poco tiempo, es verdad, pero volvió a mostrar
su mejor cara de puro surf con una vela en la mano y olas largas y cristalinas
que nos arrancó a todos los que tuvimos el privilegio de disfrutarlo una
sonrisa en la cara y varios gritos en el agua.
El sábado la historia se repitió con más consistencia,
pero
en esta ocasión y debido a las ganas de disfrutar de la persona que está a tu
lado, toco disfrutar del homespot con el ambiente que le rodea de un tiempo a
esta parte, gracias a “Las Almas de Wind”. Así ese surf forzado por el side on
shore se volvió protagonista para los más de 30 windsurfers que allí nos
juntamos.
Gracias a Alicia y a Raúl de Stunts Shop por las fotos de
Calblanque (una pena que el viernes llegarais cuando bajaba el viento y la ola) y a Mario por las de Campello.
Por cierto, parece que los hijos vienen con un levante bajo
el brazo ¿no Jaime? ¡¡Muchísimas felicidades!!
Nos vemos en el agua.
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