A todos los que nos gusta el deporte en general no podemos
evitar, pese a las bajezas, bochornos y vergüenzas de nuestros representantes
administrativos (que no deportivos), seguir y disfrutar de un acontecimiento que
ocurre cada 4 años, los Juegos Olímpicos.
Al final el deporte se impone a la
indignación y al más puro asco y nos hace disfrutar, alucinar del esfuerzo
puesto al límite, de los cuerpos entregándose a ese no sé qué que te da el
deporte
llegándonos a emocionar hasta tal extremo que estamos sentados en el sofá
viendo la tele con la lagrima a punto de salir pensando: “joer, ¿cómo me puedo
emocionar así?”
Pues bien, para burlarse del destino forzado por los
sinvergüenzas del Real Federación Española de Vela y del Comité Olímpico Español y así,
volver a poner a éste en su sitio, ayer 7 de agosto de 2012 la gran Marina
Alabau consiguió la primera medalla de oro para la delegación española en
Londres,
nada más y nada menos para una clase olímpica que se persigue y se
multa en los pantanos de Madrid y que se asfixia hasta hacerlo desaparecer en
multitud de playas de nuestras costas. Un deporte que por culpa de la Real
Federación Española de Vela desaparecerá de los Juegos Olímpicos, sí, la única
medalla de oro conseguida hasta la fecha no podrá ser defendida dentro de 4
años en Brasil.
Una vez más se demuestra que los españoles tenemos representantes
y gestores que no nos merecemos.
Marina Alabau ha ganado el oro olímpico en los Juegos de
Londres como lo que es, una auténtica campeona:
ha dominado cuando ha tenido
que hacerlo, ha controlado cuando no hacía falta arriesgar y ha remontado
cuando era necesario.
¡¡Grande Marina!! ¡¡Muchísimas felicidades!! Y gracias por
darnos alegrías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario