He estado navegando muchos años con Neil Pryde, unas velas llenas de virtudes pero, también, con algunos defectos; llegada la hora del cambio me he unido a la familia Secret Sails y, tras una navegada de contacto, voy a contaros las primeras sensaciones que me ha proporcionado la Epic, el modelo de olas, versión 5.2 m.
Manejo y maniobrabilidad:
La sensación navegando es de bastante ligereza, sinceramente me las imaginaba un poco más pesadas antes de probarlas, pero no es así. El día del test, con unos 20 nudos de levante y olas de un metro, la trimé bastante plana (parece ser que dejando un poco de bolsa sí sacamos un poquito de potencia extra con las Epic) y me gustó la rápida respuesta ante cualquier canteo o movimiento, sin ningún tipo de extraño. Tanto en giros como en trucos te olvidas de la vela; concretamente, tirando volcanos es algo más cómoda que mi anterior Neil Pryde Alpha, que tendía a inflarse constantemente.
En el surf me ha gustado especialmente, creo que es lo mejor de la vela; por ejemplo, durante el canteo al interior del giro la vela se queda neutra, algo que se agradece cuando el control debe ser lo primero; a la hora del cutback recupera sin problemas; las sensaciones son muy buenas.
Construcción, diseño y refuerzos:
La Epic dispone de monofilm con tramado de refuerzo (en forma romboidal) por toda la superficie; la ventana es suficientemente amplia. Debo decir, sobre el tramado, que funciona a la perfección, ya que tuve la mala suerte mientras me metía al agua de desequilibrarme con las piedras del suelo y clavar la vela sobre un canto vivo de un muro -muy violentamente- y sólo apareció una pequeña rajita si importancia contenida por el tramado (otra vela se habría partido por la mitad). El diseño es moderno y (opinión de diseñador gráfico) elegante al mismo tiempo.
En resumen:
En mi humilde opinión, la Epic es una excelente vela para olas con una gran relación calidad-precio (de las más baratas del mercado), de fácil acceso (aunque los más experimentados le sacarán todo el partido que puede dar)
Pues nada, ¡nos vemos en el agua, Eolo mediante!
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