Buscad un momento, y vedlo relajadamente.
Hay varios momentos reflejados en el vídeo únicos y especiales,
pero uno en concreto que todos hemos vivido y continuaremos viviendo de una u otra forma: el momento en el que el niño del vídeo, de no más de 4 años, coge una ola, llega hasta el final y no puede evitar dar gritos y saltos de alegría.
Quién no ha gritado, con una buena cantidad de años ya sobre sus espaldas, tras pillar su primera ola, pegar su primer salto con windsurf o incluso, hacer su primera trasluchada sin caerse.
Pasen, vean y disfruten.
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